miércoles, 9 de diciembre de 2015

Entendí por qué volviste


“Esperemos, de Los Palmeras este es su tema preferido”. El termo está lleno, el repasador en las piernas, el mate preparado y todas las cumbias de nuestra adolescencia. Ellos se miran, sonríen, a veces en silencio y lo comparten todo. En un vivero, plantas, colores y no tardan en elegir un futuro juntos.

Entendí por qué volviste. Fuerte, alegre y seguro. Nos acostamos en el pasto a mirar el río, charlar de nada, de todo, algunos silencios, una cerveza fría. Competencia de saludos, afecto incuestionable, incluso de aquellas personas que no piensan como vos, pero con las que contás y con las que siempre te vas a sentir en deuda.

En el hall de un hotel, una charla de cinco minutos, esa voz que transmite paz y calma, a pesar de tener la mente atormentada y la mirada llena de lágrimas. A cada palabra un abrazo y la urgencia de encontrarnos más seguido.

Una familia perfecta, que la pelean todos los días, que ayudan de corazón, que sonríen y se enojan, se desafían, un gesto y entienden qué es lo que necesita el uno del otro. Hay ruido, películas de acción, Spiderman, el guasón que representó Jack Nicholson, en la cama siempre son tres aunque la piecita esté a un paso de la puerta. Juegan a ser superhéroes, luchan por sus sueños, con demasiada energía, esa que no da descanso, que deja sin aliento, que agota y los vuelve imperfectos y discuten y hay días que necesitan una pausa, porque están perdidos o no saben cómo pedir un abrazo en silencio, pero se miran, se aman y siguen juntos ante todo porque saben que no necesitan nada más. Se asustan por el paso del tiempo, se reflejan en un niño, lo bueno, lo malo, todo, son los mismos de antes, también tan distintos, pero ahora el miedo es más fuerte porque pueden perderlo o ganarlo todo.

Convivencia, la misma que tuvimos en calle Santiago del Estero y México, más tarde en Arenales, charlas, risas, un helado y después de tantos “abrígate” hoy lo hace sin que nadie se lo recuerde.
Tanta generosidad en cada abrazo, en cada sonrisa, en todos esos “te quiero”. Me hablaron de mí, incluso aquellos de los que no me acuerdo, de mi familia, del ejemplo que mamá y papá dejaban a cada uno de los que entraban en casa.

Volviste, a pesar de que ya no existe una casa, las familias perfectas son otras y estamos todos dispersos. En tantas amistades nuestro espejo. Sé que vos sentís lo mismo, ese recuerdo constante de lo que fuimos, de lo que permanece y de lo que siempre va a ser. Las miradas, la forma de hablar, los lugares y esas personas con las que el tiempo nunca pasa. Volviste porque supiste encontrar lo que perdimos, la mejor manera de estar juntos, de mantener vivos los valores de nuestra infancia y de recordarnos todos los días que somos lo más importante que tenemos. Pienso igual. Ahora entiendo por qué volviste.


¡Gracias a todos por tanto afecto. Gracias!

jueves, 26 de noviembre de 2015

“No hay nada más que empezar y tener paciencia y crecer”

Entrevista a Fede Main
Publicista egresado de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, dibujante, guitarrista, cantante. Siempre en movimiento, propone, se ríe mucho y abre caminos sin pedir permiso. Hace lo que se le canta y, lo que se le canta, lo transforma en arte. Creativo. Puede decir las verdades más crudas a través del humor. Habla mucho, es malo para los deportes, aunque él eso no lo sabe, y siempre busca discutir para generar cosas nuevas. Hincha de Boca. Quizás su risa puede parecer falsa, pero es sincera. Tiene un sentido muy firme de justicia que no puede callar y defiende con mucha fuerza todas sus ideas.

¿Cómo fue tu infancia?
Fede Main- “Mis viejos son unos genios, crecí con cuatro hermanos, un papá y uno de mis hermanos músico. Mamá es maestra jardinera y se encargó de darnos una linda infancia, imagino que mis hermanos piensan igual. Una familia grande, super lúdica y quilombo. No nos retaban, eso nos hizo crecer con un sentido de libertad cero restrictivo y siempre apoyándonos en todo”.
¿Cómo fue tu educación en la Escuela Normal?
F.M.- “El nivel educativo fue de bajo a medio. La pasábamos muy bien, una escuela muy divertida y tener a mi mamá de maestra tenía sus ventajas, nos daban plata para comprar cosas, la teníamos ahí. En la escuela no especificamos en nada, formalmente no aprendí demasiado, pero me dio muchos amigos y eso fue buenísimo”.
¿Por qué no estudiaste una carrera como Bellas Artes?
F.M.- “Tenía que estudiar algo que tenga que ver con el orden intelectual, ser profesional, que me pueda dar plata y todo el circo de que “de algo hay que vivir”.
Cuando terminé el secundario no me imaginaba haciendo esto, era algo muy mecánico, muy mío, de estar haciendo nada y sin pensar ponerme a dibujar. Mi vieja exagera y dice que dibujo desde que tengo 2 o 3 años, que dibujaba las tortugas ninjas con cuerpo y todo. No era para tanto, pero así son las mamás ¿no?
Dibujo en apuntes, en hojitas, en lo que tenga a mi alcance, incluso en situaciones en las que debería estar haciendo otras cosas, está mal, lo sé, pero siempre vuelvo a dibujar. Nunca le di bola porque tampoco tenía demasiada formación. Recién en la facultad empecé a dibujar más en serio, aunque siempre me pongo a dibujar en cualquier lugar”.
¿Te consideras humorista gráfico?
F.M.- “No, hago lo que me pasa a mí y tengo la suerte y la facilidad de que en el medio en donde publico el análisis me dan la libertad de hacer lo que quiera. En el suplemento no hago actualidad como el resto de los chicos, o sí cuando me sale, pero no tan referido al chiste. No hago chistes, no me sale ni sé contar chistes, lo que hago es poner referencias de lo que a mí me gusta, de lo que me pasa, de lo que estoy pensando. Por ahí son más reflexiones que chistes o lo que sea”.
¿El blog te ayuda a difundirte?
F.M.- “Creo que no o, si me ayuda, lo hace muy poquito. Ahora lo hago para mantenerlo. En un momento me sirvió, a partir de tenerlo los chicos de Jirafas me convocaron y empecé a participar ahí. Pero la verdad es que al blog no lo mira nadie. El blog es una cosa atrasada, igual todo lo que voy publicando lo cuelgo ahí, no sé, para tenerlo”.
¿En qué otras cosas estás trabajando?
F.M.- “Soy parte de la Revista Jirafas, más allá de publicar, estoy en la parte de la coordinación, en el armado de la revista, las ventas y estamos tratando de levantarla un poco. También tengo una banda, Tirate Tito, con la que ensayamos, no tocamos nunca, pero nos gusta ensayar, tocar temas, despuntar el vicio. Con el tiempo, si empezamos a tocar un poco mejor o con más frecuencia, vamos a hacer presentaciones. Dibujo para Análisis. También trabajo en el Museo de BellasArtes, un lugar muy lindo para trabajar. Es un espacio genial porque, por un lado, trabajo en la parte de comunicación, algo que estudié, por otro lado, también estoy en la parte de agenda y de gestión lo cual es muy lindo porque aprendo mucho, estoy en contacto con artistas y voy aprendiendo mucho arte que tampoco conocía. Es un espacio increíble”. 
¿Cómo te definís dentro del humor gráfico?
F.M.- “No me considero un humorista. Quizás los dibujos que me parecen más pelotudos, esos por los cuales no doy ni dos pesos, son los que terminan gustando más y los dibujos en los que me pongo más concienzudo y trato de armarlos para que se entiendan y el mensaje sea claro al final no se entienden o no producen nada. Con eso no sé ni qué pensar”.
¿Cómo surge tu afición por el dibujo?
F.M.- “Me gusta mucho la música, pero me cuesta un poco más. Dibujar, me cueste o no, lo hago todo el tiempo, agarro una birome, un papel y hago un firulete. Es mi forma de descargarme, de expresarme, mi mejor expresión, aquello que no puedo dejar de hacer, expandir mi libertad y vivir dibujando”.
¿Cómo te inspiras o cuál es tu método?
F.M.- “Siento el culo en la silla y dibujo. Para Análisis tengo que dibujar cada dos semanas, tengo un deadline y antes de la entrega me pongo a dibujar. Ese día, hasta que no me sale algo, no paro. A veces me siento, me paro, voy, toco la guitarra, me acuesto, dejo madurar la idea, hasta que llega algo, no sé qué, pero voy y lo dibujo. Tampoco me censuro, si el boceto me gustó, lo hago”.
¿Te censuras con algo?
F.M.- “Creo que no o sí, pero naturalmente. Más en la búsqueda que en los temas. Saco chistes ácidos o poco comprensibles y los publico igual. Si se enojan se enojan. Tampoco soy tan bueno como para que nadie se enoje”.
¿Existe la viñeta o el chiste perfecto?
F.M.- “No, claro que no. Por lo menos no el mío o no es mi caso. Hay chistes buenísimos de otras personas y a lo mejor casi perfectos, pero tampoco me pongo a pensar en qué es el chiste o en cómo hacerlo bien o perfecto o bueno o malo. Hago lo que me sale y, a veces, lo que creo que no es bueno termina gustando más. Todo el tiempo me sorprendo”.  
¿Cómo fue tu primera experiencia laboral?
F.M.- “Mi primera experiencia laboral fue una cagada. Vivía en Buenos Aires, estaba por terminar la facultad, me quedaban un par de materias y me dijeron que había quedado para el puesto. Eran nueve horas de trabajo más otras cuatro de facultad, pensé que todo iba a estar bien, pero me empecé a preocupar, a sentir pánico. Solo fui un día y al siguiente renuncié. Lo dejé porque sentía mucho malestar. El trabajo era un trabajo como cualquier otro, no era para tanto, pero me cuestioné un montón de cosas y decidí volver Paraná, empecé un curso con Javier Solari, un artista plástico de acá, a dibujar un poco más, a hacer historietas y comics y me re copó y hasta el día de hoy es lo que más me gusta y la forma en que elijo expresarme. Estuvo buenísimo. En ese momento no lo vi. Ahora me doy cuenta de que fue una crisis que me hizo potenciar las cosas que quería ser y hacerlas, me puse a trabajar en cosas que quería hacer y postergaba mientras estudiaba la carrera, me puso en crisis la carrera misma como profesión. En definitiva fue un período de gran crecimiento”.
¿Por qué decidiste volver a Paraná y qué extrañas de tu vida en Buenos Aires?
F.M.- “Porque es mi hogar. Me encanta Buenos Aires, disfruté mucho de estar allá, pero sentía que quería estar con mi familia. Tampoco sé si me voy a quedar acá para siempre, pero es mi espacio en el mundo, el lugar al que siempre voy a volver. De Buenos Aires regañaba el hecho de tener que viajar una hora y media a la facultad, pero me gusta el movimiento, las actividades, allá dejé muchos amigos, muy buenos amigos, es un lugar al que también me gusta volver”.
¿Qué es lo que más te apasiona de dibujar?
F.M.- “La manera en que fluyen o convergen mis pensamientos con el medio y la facilidad con la que los dibujos me permiten expresarme. Con la música no me pasa, me encanta y necesito escucharla todo el tiempo, pero a la hora de tocar soy bastante queso y no tengo la misma motivación. Dibujar siempre es creativo, no me repito, bajo línea de mi cabeza al papel.
Varias veces me dibujé, es raro, hay que aprender a convivir con uno mismo, sobre todo si es un retrato realista donde saltan tus defectos y, aunque no te guste, los tenés que poner. Es un ejercicio que lleva tiempo. Sí, me gusta me digan que dibujo bien o que me reconozcan. Así que dibujarme a mí mismo representa esa cuota narcisista”. 
¿Qué le recomendarías a alguien que se quiera dedicar al humor gráfico?
F.M.- “Que empiece ya. Que se ponga a hacer. No hay nada más que empezar y tener paciencia y crecer. Creo que la mano va por ahí, en no darse por vencido y seguir”.

     

domingo, 25 de octubre de 2015

Alegría azul y oro




“Yo te sigo a todas partes, cada vez te quiero más”. Camina pesado aunque no lleve la mochila o el raquetero. Los ojos marrones, la mirada triste y, a veces, casi sin ver ¿cómo hace en la cancha para distinguir las jugadas, la pelota, el gol? Los escalones de dos en dos hasta encontrar el mejor lugar para ubicarse entre los hinchas. Las manos en los bolsillos, los hombros caídos y el cuerpo apenas inclinado hacia abajo mientras espera la entrada de los jugadores. Él y Tomi miran el hueco por el que algunas vez se colaron a la platea, hoy no, un policía lo custodia. Llega la barra y ahora sí: canta, grita, mueve el brazo, con todos, como todos, en esa fiesta que es la bombonera. Cada viernes, a las 12 del mediodía desde la compu, con Tomi se ponen de acuerdo, y a veces su hermano y su mamá también lo ayudan, para actualizar, actualizar y actualizar hasta tener la suerte de sacar la entrada. Para los socios adherentes no es fácil, pero después de tanto esfuerzo hoy está ahí. Los jugadores en la cancha, la pelota en el centro y el pitido inicial. Sonríe. Mira a Tomi que salta y canta igual que toda la popular, él también salta y canta, aunque no sabe cuándo empezó a hacerlo. Sonríe. Esa es su cara que más me gusta y sonríe y espera que en esos 90 minutos los jugadores le den una alegría. Cuando lo mira por la televisión, camina, se sienta, las manos en la cara, en el pelo, vuelve a caminar, les habla a los jugadores y putea, pero no los putea a ellos, se enoja con el árbitro, le grita por lo que cobró o se ríe incrédulo porque no puede creer lo mal que está dirigido el partido. Cuando habla de Boca lo hace rápido, casi sin respirar, después vuelve al silencio, pero solo para no cansarme con el tema. Se acuerda de todas las jugadas, los goles y los festejos y, aunque no le guste, también habla de los malos momentos del club, de las finales no ganadas, de los jugadores que se fueron y de los que están por venir. “Ese pibe es crack”, le dice a Tomi y señala a Cubas. Tomi asiente sin sacar la vista del partido. Rápido se lleva las dos manos a la cabeza, el arquero contrario ataja lo que podría haber sido el primer gol. Mira a los lados, la gente, las camisetas, el que siempre se trepa al alambrado. Se alegra de que esta vez no haya ido la gorda que siempre putea a los jugadores. Vuelve a mirar al que está colgado y piensa a cuántos partidos habrá ido y cuántas canchas conocerá. El “uhhh” de la tribuna lo devuelve al partido. Con Carlitos en el club la cosa es distinta. Le grita al árbitro, igual que el resto, porque eso que no cobró era penal. Termina el primer tiempo y todos se sientan rápido.    
En su casa a veces está muy lejos, de él, de mí, de todos. Las palabras justas, siempre muy atinado, honesto, directo y simple. No le gusta ostentar. Generoso. Admira a su hermano, en muchas cosas le gustaría parecerse, aunque también le gustaría que su hermano sea más despreocupado y libre, así, como él. A su papá se parece en lo callado y en el sentido del humor, a su mamá, no podría decir en qué se parecen, pero ella siempre dice que él era una campanita, inquieto, despierto, feliz. Con amigos siempre sonríe. Mediador, no le gustan los conflictos, alegre, una sonrisa que contagia y compañero de todos. Hablamos y somos felices. A la noche, solo, en silencio, a veces Los Simpsons, youtube, goles de Boca a River, quizás alguno de la Selección, pero no ahora porque están de mala racha y alguna de las películas de Harry Potter para dormir.
Mira hacia arriba y ve pasar un avión. Piensa en que le gustaría ver la cancha desde ahí, le encantan los despegues y los aterrizajes, al menos para mirarlos desde lejos. Melancólico. Los fideos, todos, con salsa, ají molido, crema, manteca, verdeo o los dedalitos en la sopa.
Otra vez los jugadores a la cancha. Sea como sea en el segundo tiempo hay que ganar. La voz cansada, el brazo hacia arriba y abajo o las manos en la cabeza, en los bolsillos o agarradas mientras ruega que llegue el gol. Oscurece, hace frío, pero él no lo siente. Nadie lo siente. Aliento incondicional “y dale alegría, alegría a mi corazón, lo único que te pido ganemos hoy”.    

La pelota le queda para Luciano Monzón, ahora la levanta para Carlos Tévez, la peinaba Tévez y éste es Calleri y éste es Calleri y encara, encara, encara, Tévez por el otro lado, sigue Calleri, sigue Calleri, Calleri, Tévez, Tévez, Tévez, cantalo, cantalo, cantalo, cantalo, cantalo, goooooooooooooool, goooooooooooool, goooooooool de Boca, de Boca, de Boca, de Tévez. Jugadón de Calleri, definición de Carlitos. Él y Tomi se abrazan con fuerza y vuelven a saltar y a cantar con todos. “Pongan huevo, los Xeneixes, pongan huevo y corazón, que esta hinchada, se merece, se merece ser campeón”. Grita, canta, la hinchada sigue y sigue y sigue hasta el pitido final. De nuevo los abrazos, se toca la barba y la comisura de los labios que le duelen de tanto reír. Suspira. Pensó que no ganaban, que volvería triste y que aunque no lo demostrara la amargura le duraría hasta el próximo partido. Sin dejar de sonreír se muerde el labio inferior, las manos en el pelo y niega con la cabeza y no quiere irse, nadie quiere hacerlo, pero todavía sin dejar de sonreír mira la cancha, los jugadores que se van, la 12, los bombos, el estadio, las camisetas y sabe que va a volver, aunque falten dos semanas, va a volver y cantar y sonreír en esos 90 minutos de alegría azul y oro. 


sábado, 17 de octubre de 2015

Retrato sobre mamá






A mamá le gustan muchas cosas, es una mujer simple y cualquier regalo que le haga alguno de sus hijos le va a gustar ¿cuántos somos? Seis. Sí, sí, en mi casa había televisión. No sé cómo se las arregla una mujer para tener tantos hijos, yo apenas puedo con mi vida, pero creo que ella siempre se imaginó con niños a su alrededor. Estudió para maestra jardinera y ejerció en casa, con nosotros y nuestros amigos. Disfraces, música alta y juegos. A los más chicos les inventaba escenarios en los que ellos eran los superhéroes y la tenían que ayudar a hacer las camas para que los monstruos no invadan el cuarto o imaginaba una pista de hielo en la que teníamos que patinar con medias gruesas o con patines de tela de jogging para lustrar el piso. Apple crunch, tarta de chocolate, rogel, bizcochuelo de naranja y si el bizcochuelo quedaba un poco apelmazado mejor. Siempre hacía un lugar en la mesa para alguien más. Olor a torta o a limón, sobre todo en invierno. Cantaba todo el tiempo, todavía lo hace. La primera en levantarse y la última en irse a dormir, aunque ahora creo que duerme un poco más. La segunda tanda de papas al horno siempre quemadas. Restauraba muebles, pintaba y decoraba casas, vendía empanadas o tartas o seguros o publicidad. Cualquier cosa para sumar “unos pesos” a la casa. Cerca de navidad esa plata la escondía de papá para comprarnos un regalo un poquito mejor. Cuando el Ratón Pérez se olvidó de pasar a buscar el diente que se le había salido Meny mamá le dijo que era por miedo porque nuestro gato, Matute, andaba por ahí. La verdadera historia es que se quedó dormida y no llegó a dejar la plata abajo de la almohada. 

El mueble prohibido del comedor diario: el de los acrílicos, servilletas “especiales” que se usaban para cumpleaños, pero en realidad eran para decoupage, pinceles y demás. Me ayudó con una de las materias que tenía en la facultad, yo nunca supe pintar y dibujar, entre las dos hablábamos la idea y ella me hacía las presentaciones. Mi calificación nunca bajó de nueve. Demasiado servicial, demasiado buena, demasiado gentil. Ayuda a todos, como puede, desinteresadamente. Trata a todos por igual, con el mismo respeto, con atención y una sonrisa. No para de hablar de casas, negocios, neurociencia, hasta que, como dice uno de mis hermanos, hay que presionar ese botoncito de off y pedirle que te escuche, ella en silencio, lo hace. Siempre necesita un abrazo o escuchar un “te quiero” de sus hijos, pero no lo dice. Espera a que cualquiera de nosotros la busque y ahí está, incondicional. “Llego en veinte”, dice, pero entre que tiene que esperar para sacar la tarta del horno, colgar la ropa, que se baña y termina de hacer no sé qué, llega una o dos horas después. Alegre, sólida, fuerte, feliz.  Levanta cualquier cosa que encuentra en la calle, sonríe pícara y lo convierte en arte. Coqueta. Le encantan los perfumes, la ropa, los aros y las selfies. Con esa locura que empuja hacia adelante, nos alienta a cumplir nuestros sueños, a ser felices, nuestra mejor versión ¿Y sus sueños? Todavía le quedan muchos, pero el más importante ya lo realizó, ser mamá.











martes, 13 de octubre de 2015

La otra mujer



Nunca tuve la paciencia suficiente para escuchar el tic tac del reloj, ni los problemas ajenos, esperar la temperatura perfecta del café o tomar decisiones. Lo intenté. También muchas veces quise desintegrarme o desaparecer. Simple. Cerrar la puerta del departamento, esconder la llave para no tener que tentarme a salir o atender a alguien. Me preocupa hasta cuándo me alcanzaría la comida que tengo en la heladera, también si la cantidad de latas que tengo en la alacena serían suficientes hasta que llegara el momento en el que empiece a adelgazar y a buscar urgente la llave o la demencia. El silencio se convertiría en tristeza. Ojalá pudiera escribir, escribir y escribir más ¿podría de una vez por todas empezar con mi novela? Al cabo de unos días se terminaría el papel higiénico y ese sí que es un objeto difícil de remplazar ¿Cuántos días podría pasar sin bañarme? ¿Dormiría en la cama o en el sillón del living o en el piso? Me acercaría a la baranda del balcón y pensaría en tirarme. No es que no lo pensara desde antes, pero siempre me limitó el dolor. Además, todavía no empecé la novela. En todo caso ¿qué legado dejaría? ¿De esa manera tendría la posibilidad de perdurar? Al menos con algo, un trabajo, un amor, un sueño, con mi vida. Durante muchos años estuve obligada a aceptar cada acontecimiento, las decisiones de los demás, pero nunca me permití sentir la perpetuidad de la cordura. Estaba muy conmovida para dormir. ¿Cómo se supone que se cambia la vida? ¿Cómo se elige vivir de otra manera? Estoy callada, sin mucho para decir o quizás con demasiado, pero sería lo mismo. Prefiero no decir nada. Aire fresco. Lo necesitaba, salir al balcón no era suficiente, volvería a imaginar la caída, quizás hasta gritaría, aunque lo dudo, y tendría que sentarme para dejar de sentir tanto vértigo ¿Cómo quedaría mi cuerpo en el vacío? ¿Quién sería la primera persona en llegar a socorrerme o a qué familiar le avisarían primero? ¿Cómo reaccionarían mis hermanos? ¿Mis padres podrían volver a compartir una habitación solo para despedir mi cuerpo o se culparían entre ellos por no haberse dado cuenta? Sí, aire fresco era lo que necesitaba, pero tendría que salir a la calle, mirar cómo la gente vive su día, escuchar conversaciones ajenas o ruidos de autos y yo todavía sin una historia que contar. Debería salir a caminar así tampoco podría cumplir con mi proyecto de abandono. Quizás podría encontrarme con alguna persona que haya sido parte de los mejores momentos de mi vida, abrazarla y decirle lo afortunada que fui de conocerla. No sería mentira, pero para mí no valdría nada hacerlo, solo encontrar a alguien que en mi entierro pudiera decir que yo era “buena” y tampoco valdría para nada porque preferiría que mi cuerpo se hiciera cenizas. Antes que eso tendría que ocuparme de poner mi vida en orden. Auto-decepción, mentiras, silencios y hacer la vista a un lado. Si mi vida estaría llegando al final de sus días ¿sentiría arrepentimiento? Estaría demasiado vieja para empezar de nuevo, no viviría sola porque mis hijos cuando no supieran qué hacer de su vida volverían a vivir conmigo, porque la casa de la infancia nunca deja de ser su casa y ya no los aguantaría y querría estar sola. No podría negarme a que volvieran, lo pensaría, pero al fin y al cabo tendría que bajar la mirada y decirles que se quedaran todo el tiempo que fuese necesario. Ese tiempo no serían semanas ni meses, terminarían siendo años. No les exigiría que paguen las cuentas, quizás sí que limpiaran de vez en cuando o que fueran al supermercado. Se los diría con indirectas o bromas de mal gusto, hasta me enojaría cuando no hicieran lo que les pido. Tendríamos mucho de que hablar, no lo haríamos, aunque ellos me preguntarían por su padre y yo les diría que era una molestia, pero se me llenarían los ojos de lágrimas porque en verdad lo hubiera amado. Todavía en camisón me serviría un whisky, lejos de la conversación, arrastraría los pies hasta el baño, ya sola, frente al espejo, miraría las arrugas en mi cara, las tocaría y pensaría ¿cuándo fue que me volví tan vieja? ¿Cuándo dejé de ver nítido, de ser buena y alegre? Fui hermosa, me lo decían mucho y yo lo sabía. No más. ¿Quién podría amar tanta fragilidad? Cansada, de mal humor, dos pastillas para el dolor de cabeza y todavía no hay palabras en la página en blanco. Quisiera escribir una novela brillante, quisiera ya haberla escrito de joven y leo a otros escritores para robarles ideas, para inspirarme o tan solo para odiarlos. Con una novela mediocre me conformo, pero debería estar bien escrita, la corregiría muchas veces hasta que así fuera. Aire fresco. En el balcón, en la baranda y ¿qué podría doler más, no llegar a escribir nunca o caer al vacío? De cualquier manera, caer o escribir tienen solo unos segundos de fingida libertad, porque las palabras nunca llegan a ser perpetuas y la caída garantiza el momento de impacto. Durante mucho tiempo supuse que todo estaba bien, la vida en pareja había sido un infierno, por pelear lo suficiente o por no hacerlo con la frecuencia con que deberíamos haberlo hecho. Demasiado cómodo, demasiado frágil, demasiado egoísta. El aire en mi cara, sentí el frío de la baranda en mis manos, pero no miré hacia abajo. Me trepé de a poco hasta sentarme. Ahora el frío no estaba en mis manos, lo sentía en las piernas ¿Cambiar mi vida? Era tentador, igual que el vacío, que el silencio, que caer, que la libertad.      

lunes, 5 de octubre de 2015

“Soy una chica común que va viviendo el presente de la manera en que surge”

Entrevista a Calu Rivero



Soy de las primeras en llegar a Isabel Bar ubicado en Palermo Soho. Apenas entro me ofrecen un Campari, llegan dos o tres periodistas más y apagan las luces, el volumen de la música es más cada vez más fuerte y yo tengo que esforzarme por anotar cada cosa que pasa casi sin ver lo que escribo. El bar cada vez más lleno, los fotógrafos piden a los famosos que posan y se disparan distintos flashes. Fotos individuales, manos en las cinturas, fotos grupales, abrazos, sonrisas, más poses y flashes y más flashes.
El murmullo de lugar se apaga cuando Calu llega al evento de Roho Summer 2016, ella, pollera larga y sombrero, la sonrisa de siempre y la alegría que la caracteriza. A pesar del silencio que se hizo cuando llegó ella es todo ruido y alegría. Camina entre la gente, saluda a todos muy simpática, se desliza por donde después van a desfilar las modelos.
Con el grabador y el cuaderno en la mano voy al baño de espejos. No encuentro la puerta, una mujer tiene que decirme cual es y yo me siento entre tonta y divertida. En cada baño una vela y todas las paredes son de espejos. Salgo, ya empezó el desfile, que es más corto de lo que esperaba. Algunas modelos son muy serias, otras no tanto. Nunca entendí por qué tanta seriedad al desfilar. 
Miro hacia un lado, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur hacen bromas entre amigos, adelante, Calu da notas. Me acerco.
“Mi vida está acá en la Argentina, no es que vendí todo y me fui: mi casa, mis amigos, mi familia quedaron y quedan acá. Aprovecho todo lo que puedo, me encanta, la paso super bien”.
¿Cómo fue la experiencia de hacer la campaña de Etiqueta Negra con Polito Pieres?
Calu Rivero: “Bien, la verdad es que nos divertimos mucho. Él es deportista, muy relajado y confía en lo que otros le puedan decir o aconsejar, no es que vaya a quedar mal. Jugó, jugamos todos, fue increíble”.
¿Qué es eso que te enamora de él o por lo que lo elegís todos los días?
C. R.: “Él es simple. Super simple. Un divino, es amor, me eleva”.
¿Tienen planes para el futuro, fecha de casamiento?
C. R.: “No, por ahora no podemos plantear mucho el futuro, menos que menos con nuestras carreras. Sobre todo él que está tres meses en cada lugar. En cuanto a mí, yo estoy acá, allá, puedo ir y volver. Más importante que proyectar planes a futuro es vivir el presente y nuestra relación con mucha intensidad”.
 “Se los ve muy compañeros”.
C. R.: “Sí, desarrollamos eso y cuando encontrás una persona con quién vivirlo es buenísimo. Disfrutamos de compartir y estar juntos. Un compañero así es lo más”.
¿Seguís corriendo?
C. R.: “A full”.
Una vez hablaste de realismo mágico, ¿sentís que lo estás viviendo o crearías un mundo distinto para vos?
C. R.: “Lo vivo. A veces me encuentro viviendo situaciones que defino como eso, como un realismo totalmente mágico que yo, a mí manera de pensar y teniendo en cuenta que soy una chica de pueblo y de un origen muy modesto, estoy más que feliz con la vida que tengo. No podría pedir más”.
¿Te sentís muy distinta a la Calu de tu infancia?
C. R.: “Nada. Apenas llegué de viaje mamá me mostró unos videos que tenía de cuando yo era chiquita. Es la misma esencia, el impulso, lo eléctrica, todo. Me siento un poco distinta a partir del viaje porque viví muchas cosas que me hicieron madurar, pero después la esencia es la misma”.
Modelo, dj, actriz ¿Cómo articulas todo lo que haces?
C. R.: “Naturalidad. No hago nada por obligación, sino porque me nace y quiero. Cuando necesito distanciarme de la música porque quiero dedicarme a lo actoral lo hago. Me gusta poder fluir con lo que voy sintiendo”.
Sos muy activa en las redes sociales y hace poco subiste en Instagram una foto con Polito que fue problemática ¿te preocupa lo que la gente pueda llegar a pensar?
C. R.: “Soy muy relajada y me divierte ser así. Me causa gracia que vean una espalda y piensen mal. Es necesario que la gente vea más cine y sean más abiertos, pero no hay forma de que yo haya pensado en esa foto desde lo sexual”.
¿Cómo pensas que te describiría una amiga y cómo lo haces vos?
C. R.: “Como me describe mi mamá “cascabel”. Siempre sonando porque algo está por pasar. Un cascabel a veces está muy arriba, a veces no tanto. No soy una super mujer. Soy una chica común que va viviendo el presente de la manera en que surge. Tengo una actitud muy positiva ante la vida, pero también tengo días en que lloro, la paso mal o siento que no pude hacer lo que quería lograr. Otras veces celebro. Creo que es importante destacar que en las redes sociales yo elijo qué poner. No es que mi vida es perfecta. Elijo poner eso y no contar si estoy triste”.
¿Qué pensas de la participación del Chino Darín en Historias de un Clan?
C. R.: “`Historias de un Clan´ es brillante. Llamé al Chino para felicitarlo. Todos los involucrados son grandes actores. Estoy feliz de que esa miniserie sea argentina”.


Calu se despide mientras sonríe y saluda al resto de los invitados del evento o, mejor dicho, los invitados se acercan a ella. Cualquiera podría pasar desapercibido, ella no. Brilla, contagia alegría, es música, como la describe su mamá, igual que un cascabel.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Poder absoluto


Después del subte, del frío y de caminar unas cuadras por el centro, llegamos al teatro. Me acompaña una amiga, ella muy arreglada, parece que después tiene un cumpleaños, yo más simple, como siempre. En el teatro Payro no hay mucha gente en la puerta, adentro sí. Los periodistas buscan sus entradas, algunos invitados conversan mientras toman vino blanco que hay en la recepción, algunas caras conocidas, moños, corbatas y sombreros. “Dos entradas por favor” y con una sonrisa tildan mi asistencia. En seguida nos hacen pasar a la sala, no es tan chica como esperaba y la ambientación es simple y muy bien lograda.
En seguida la sala se oscurece, nos piden que apaguemos los celulares, la mayoría lo hacemos. “PoderAbsoluto” es un thriller político acerca del poder, de la corrupción, del engaño y de lo que se está dispuesto a hacer para conseguir el poder ¿Cuáles son los límites? ¿Vale todo en la política? La deshonestidad, ¿es reprobable? Dos actores en escena y un diálogo muy trabajado, quizás un poco pretencioso, pero la época que se representa lo permite y nos lleva a preguntarnos cuánto se está dispuesto a tolerar o cuáles son las consecuencias de decir “no”.
La acción transcurre en Viena, en el salón de la residencia de Arnold Eastman (Carlos Kaspar) quien invita a Gerhard Bauer (Paulo Brunetti), una joven promesa del partido de derecha al que los dos pertenecen. Eastman es un prestigioso y experimentado político que se puede convertir en el próximo presidente del gobierno, pero necesita un favor para el que solo Bauer lo puede ayudar. Sin embargo, no cuenta con que algunas de las acciones de su pasado puedan complicar sus pretensiones políticas.
Los espectadores, en silencio, siguen con atención cada línea. Poco más de una hora (que pasa muy rápido) y la sorpresa del final. Vuelve la oscuridad, aunque ahora acompañados de aplausos. Se encienden las luces. La seriedad de los actores no es la misma que la de la obra, ahora sonríen y se abrazan junto al director que también subió al escenario. Señalan al sonidista y al encargado de la iluminación y aplauden. Se retiran de escena y la gente se empieza a ir. Algunos se quedan en la puerta a la espera de los actores. Un hombre le pide a una actriz que había entre los invitados una selfie, ella ríe y le dice que no, que odia como sale en esas fotos. Mi amiga se fue al cumpleaños, pienso un rato más en la obra y después saco de la cartera “La mujer habitada” de Gioconda Belli para leer mientras vuelvo a casa.  
 
Funciones: Viernes 21 hs. Sábados 22 hs.
Entradas: $160 / $90 (descuento a jubilados y estudiantes)
Compra y reserva de localidades en http://www.alternativateatral.com/
Teatro Payro
San Martín 766  Tel 4312-5922

payroelkafka@gmail.com / www.teatropayro.com.ar

martes, 15 de septiembre de 2015

¡Ponete Coraje!


Empecé con este blog un poco para promocionarme, para contar historias, para obligarme a la continuidad de la escritura. El título lo elegí después de escuchar el tema de una cantante de cumbia colombiana, en su música: fuerza, alegría y, por supuesto, coraje. Siempre ahí, ante mis ojos, mi propia creación y yo sin darme cuenta. Lo que más me llamó la atención fue entender que esto no lo hago solo para mí: pienso las entrevistas o retratos para poder destacar las virtudes de quienes me rodean. Es decir, personas que admiro por el solo hecho de buscar sus sueños. Ayer me sentía triste por no encontrar la forma y, muchas veces, por perder las ganas. De la nada un llamado y una invitación a almorzar: bondiola de cerdo, morcilla, papas fritas, un reto amistoso y “largá esa mochila ya y a dejar atrás los problemas”. Lo de la mochila no era metafórico, es negra, fea, gastada y con el bordado de mi trabajo anterior, pero la uso porque es la más cómoda que tengo para llevar la notebook. Más tarde, en la compu, trataba de escribir después de una semana de leer “Perfiles” de Woody Allen para encontrar algún disparador, otro llamado, una amiga con la que hacía mucho tiempo no hablaba. Me preguntó qué estaba esperando para cumplir mis sueños. Creo que lloré. No mucho, estaba en un bar y me daba vergüenza que me vean. Hacía frío, sentía frío, pero no me quería ir sin haber escrito una sola palabra. El cursor titilaba. Pensé en mamá ¿cómo hace esa mujer para ser tan buena y ayudar a tanta gente? Que quede claro que no lo digo porque es mi mamá. Sí, sí, a veces es un lugar común hablar así de una madre, pero en este caso es verdad. Ella ahora está en Tucumán “dando una mano” con mis primos: lava y plancha la ropa, seguro se las deja con olor a bebé, como me gusta a mí, pero como mi hermano odia, los viste para ir al colegio, les prepara el desayuno y seguro les canta antes de dormir ¿Cómo hace para estar en todo lo que sus hijos le piden, para su novio, su mamá, sus hermanos, mis primos y cualquiera que la necesite? ¿Cómo hace cuando yo, a duras penas, puedo conmigo? Hace unos días una persona me decía “los atletas nos diferenciamos por la pasión que le ponemos para hacer que las cosas pasen”. La bondad también es pasional y requiere de mucho coraje hacer a un lado las necesidades propias y ocuparse de ayudar a otros. Escribiría un retrato sobre ella, lo pensé, quiero hacerlo, pero hoy no me alcanzarían las palabras para describirla y me siento culpable porque ¿qué estoy esperando yo para cumplir con mis sueños cuando esa mujer, mi mamá, deja todo de lado para ayudar a que otros cumplan con los suyos? ¡Coraje! 

martes, 8 de septiembre de 2015

Como una niña


Leche parcialmente descremada Información al consumidor: 1. Calcio agregado. La Serenísima ha logrado obtener una leche parcialmente descremada fortificada con calcio. Sí, no se sorprenda cuando su hija adolescente empiece a consumirla, tenga en cuenta de que usted lo hace con frecuencia. Ella no se lo va a aceptar ¿parecerse a su madre? Nunca. Quédese tranquila, con el tiempo querrá hacerlo, extrañará sus tortas, el olor a crema de sus manos, la paciencia para aconsejarla o acompañarla a comprar ropa. Se lo prometo, en poco tiempo será ella la que quiera hablar con usted por cualquier motivo. 2. Fuente de vitamina B9: son la base para el llevar y buscar a los niños de la escuela, ayudarlos con las tareas, a las cinco, leche y vainillas, sonreír, preparar la ropa para la mañana siguiente. Otra sonrisa, un abrazo y un beso con sabor a dulce de leche. Un poco de televisión, quizás algo de música y bailan todos juntos hasta que llega la hora de la ducha. “Estoy cansado, un cuento, mamá, solo uno”, “cómo se dice” y de otra cama gritan “por favor mamá, solo un cuento y nos dormimos”. “Cinco minutos” dirá usted y los niños asienten y sonríen mientras de a poco se les cierran los ojos. 3. Disimule, el repositor está muy cerca. 4. Viene una madre de niños pequeños, se dirige a la leche entera. Preste atención al calendario de vacunas ¿tiene usted todas al día? No se olvide de que la doble adultos se repite cada diez años. Sus hijos seguro tienen todas, las madres nunca se olvidan de esas, pero usted también tiene que cuidarse. Hágame el favor de llegar a su casa y chequear su carnet de vacunación. 5. Menos de 50.000 bacterias, las 24 horas, los 365 días del año. 6. El microscopio diferencia la calidad. ¿Sabe usted todo el esfuerzo que hay detrás de cada leche? Un hombre y una mujer se enamoran. Ella lo ama con locura, él sabe que sin ella no puede vivir. Una familia, un hogar y el almuerzo de todos los domingos. Con determinación, constancia y entrega llevaron adelante su sueño. No fue fácil, debo confesárselo, pero lo hicieron juntos. 7. Hágame el favor de cerrar los ojos. Señora, la vi, basta de hacer trampa y cierre los de una vez por todas. Se acuerda cuando se despertaba para ir a la escuela: el delantal blanco, las trenzas a los lados que todas las mañanas le hacía su madre y la falta de los dientes de arriba que se llevó el Ratón Pérez. Qué poco tiempo ha pasado y ahora es usted la que hace lo mismo con sus hijos. 8. Ingredientes: leche parcialmente descremada ¿y si le agregamos un chocolate? Para un Submarino: 250 cc de leche, 1 barrita (20 g) de chocolate de taza, azúcar o edulcorante, hervir la leche y servirla en un vaso largo. Colocar la barrita, el azúcar y aguardar hasta que el chocolate se derrita. Tiene muchas más recetas en el Facebook de La Serenísima, la que se le ocurra y, en el caso de que no sepa por cuál preguntar, pida alguna sugerencia que le contestan en seguida ¿Qué? ¿Nunca entró al Facebook de la empresa? No se preocupe, es muy simple y cualquier cosa que se le ocurra preguntar, unos segundos y ya tiene la respuesta. 9. ¿Por qué elijo la receta del submarino? Es simple, siempre me recordó a mi niñez y es mucho mejor si se comparte con amigos. Aunque siempre lo prefiero los días de lluvia. 10. Le recomiendo no acercarse a limpiarle el bigote de chocolate que tiene su hijo, los amigos podrían hacerle bromas y quizás él termine enojado con usted. Además, tiene que reconocer que es divertido ver a un niño con bigotes de chocolate. 11. ¿Le puedo pedir un favor? Mueva con suavidad la mano hacia abajo, su dedo gordo me hace cosquillas. 12. Información nutricional: Puede mezclar esta leche con otros productos. El cacao en polvo es otra buena opción, sobre todo para las mañanas de mucho frío. Se aconseja una cucharada, quizás dos, pero preste atención si lo preparan sus hijos, cuanto más oscuro más rico. Si piensa en la cena y todavía no se le ocurrió qué preparar, la polenta con leche y mucho queso derretido es una buena opción. Simple, rica y muy nutritiva. 13. Servicio de información al consumidor: no vaya a pensar que le hago publicidad a la polenta. Para nada. A tan solo unos pasos encontrará la distinta variedad de quesos. Qué ricos son los cremosos. Debo confesarle que a la polenta con leche y queso, mucho queso derretido, le haría publicidad. 14. Dese vuelta, ¿esos niños que juegan a las espadas con baguettes de salvado y se corretean por los pasillos son sus hijos? ¿Probó usted ponerse a jugar con ellos? Tiene cinco minutos antes de que envíen al hombre de seguridad, yo la espero, vaya, juegue. No está nada mal que de a ratos se divierta como cuando era niña.

sábado, 8 de agosto de 2015

El hombre que cuida





Miraba el resumen de los Pumas contra Sudáfrica y salió una publicidad de hombres que hacían cosas buenas por otras personas. Es una publicidad que incentiva a contar en las redes sociales lo mejor que uno ha hecho por otros y la mejor historia se gana dos pasajes para ir al mundial de Rugby en Inglaterra. Al instante pensé en mi hermano, no porque fuera un amante del rugby, un apasionado de los Pumas y del Club Atlético Estudiantes de Paraná, tampoco porque moriría por ir al mundial como espectador, pero mucho más como jugador. No lo pienso porque sea mi hermano, ni por el concurso, aunque tengo que admitir que él se lo merece más que nadie. Entonces ¿por qué escribo sobre él? Porque él es el hombre que cuida. No puedo mentir, él es así. Soy la mayor, a él le llevo un año y después hay cuatro más, pero él siempre se sintió el responsable de todos nosotros. Lo conocía como se conocen los hermanos, a veces con odio, otras con intriga, quizás a veces como amigos. Se parece a mi mamá en cómo habla y a mi papá en la seriedad que aparenta, a mi mamá en lo servicial, a mi papá en lo práctico. Físicamente, dicen que a la familia de mamá, para mí no se parece a nadie. Si por él fuera viviría todas las cosas malas que nos pasan a sus hermanos así no las tenemos que sufrir nosotros. Es leal y alegre con sus amigos, fiel al amor de su vida, incluso separados, amable con cualquier persona, sobre todo con los que necesitan ayuda, libre en la naturaleza, distante cuando necesita contención, apasionado cuando cocina, feliz en el río, en otro mundo cuando juega al rugby. Nunca habla mal de nadie. Le gusta compartir todo lo que hace con Elvis (su perro salchicha). 

Hace seis meses volvimos a vivir juntos, quería conocerlo más. Desde entonces, antes de dormir me prepara un té o me compra un chocolate o me pregunta sobre mi día. Cocina y lava los platos, esto último no siempre. Incondicional. Parece frío, de chicos nunca me quiso abrazar y le molestaba que lo hiciera yo. Ahora es él quien se acerca, el que pasa su brazo alrededor de mi cuello, no me mira, le da vergüenza y me dice que todo va a estar bien. Hace las compras y cocina para sus amigos. Lo vi regalar camisetas de rugby que ama, le ofreció su gorra a un carnicero que le preguntó dónde la había comprado, cede el asiento en el colectivo y ofrece a los ancianos llevarles las bolsas de las compras. Es muy serio al hablar, incluso cuando lo hace en broma. Borracho sonríe, sonríe y sonríe más. El pelo corto, barba, poca, la ropa doblada, muy doblada. Inteligente, creativo e inseguro. Con la vista cansada, ojeras profundas y las manos ásperas por trabajar de “lo que venga” y sus tareas siempre a la perfección. Queen, The Rolling Stones y WilliamWallace. Es inventor, con cualquier objeto crea algo útil, encuentra algo en la calle y lo levanta para restaurarlo, esa es otra de las cosas que sacó de mamá. Sus historias son fantásticas: “No sabes lo que me pasó. Era de noche, caminaba hacia la parada de colectivo cuando mi sentido arácnido me avisó que me seguían. Giré la cabeza, lento, muy lento, no quería que supieran que los había descubierto. Los vi, eran ninjas, todos vestidos de negro, ni los ojos se les veían, conté quince, aunque creo que eran más de veinte. Me ajusté la mochila y empecé a correr, nunca corrí tan rápido en mi vida. El colectivero me vio, tocó la bocina, esas que no son solo ruido, son una canción y justo era de los Rolling. El colectivo disminuyó un poco la velocidad, no tanto, me abrió la puerta y yo salté adentro justo antes de que los ninjas me atraparan. Caí dando una vuelta. El colectivero me preguntó si estaba bien, yo nunca antes había estado mejor”. La historia real es que caminaba, dos hombres lo seguían, él pensó que era para robarle, justo pasaba el colectivo que se tenía que tomar, llegó a la parada y se subió. Sí, sus historias son fantásticas, las mías solo se remiten a los hechos y muchas veces quisiera que fueran más como las de él. Bueno y generoso, también en eso quisiera parecerme. No le gusta que lo ayuden, en nada, aunque lo necesite. Lo molestamos con que es “el hombre que no se deja ayudar”, pero después del partido de los Pumas, de la publicidad, me di cuenta de que él es un hombre que cuida.

#hombrequecuida







jueves, 6 de agosto de 2015

“El boulder busca la dificultad máxima, lo más al límite que uno puede llegar”

Entrevista a Nicolás Pacheco




¿Cómo empezaste con boulder?
Nicolás Pacheco- “Arranqué escalada deportiva, hice un curso donde enseñaban todas las normas básicas de seguridad y con los años de entrenamiento el deporte me fue llevando al boluder, me atrapó y todas mis energías fueron para ese lado. El boulder busca la dificultad máxima, lo más al límite que uno puede llegar, esa dificultad requiere mucha concentración y precisión en todos los movimientos. Al escalar no se puede pensar en otra cosa que no sea eso, si te desconcentras por algo, lo más probable es que te caigas. Hay que estar muy focalizado en el presente, en ese movimiento, en esa posición del cuerpo y en esa toma que los pies están pisando. Es muy atrapante, al menos yo lo siento así”.

¿Qué es lo más gratificante que sentís que te da el boulder?
N.P.- “Los boulder que uno llega muy al límite, esos que parecen realmente imposibles, parece que los movimientos no salen y si salen es dándolo todo. De ahí no te podes mover, pero faltan seis movimientos más (esto es sobre todo en roca). Podes hacerlo, lo sabes. Entrenaste, ya retocaste esos detalles que necesitabas para hacer los movimientos más fluidos. Te lo proponés. De golpe los movimientos salen mejor y ese esfuerzo, esa energía que se le pone al entrenamiento como a la concentración, en ese momento, en ese bloque, en ese lugar, te genera una satisfacción muy grande al lograrlo. Todo lo que hice tuvo sentido. Valió la pena. Salió. Las competencias son tácticamente muy difíciles, algo que parece casi imposible, darlo todo y poder llegar a encadenar (llegar hasta el final, desde la toma de salida hasta el top) es como ganar una lucha bien peleada. 

¿En qué consiste el boulder y cuál es la diferencia con la escalada?
N.P.- “La escalada se desprende del montañismo: en la escalada alpina se suben montañas de un estilo más vertical y se necesita mucho equipo para asegurar, también está la escalada deportiva que se focaliza más bien en la dificultad y la altura varía entre los 8 y 50 metros, se usan elementos de seguridad, aunque no tantos como en la escalada alpina. El boulder es la modalidad más sencilla en cuanto a los materiales: se escala sin arnés, la seguridad que se utiliza son crashpads (unas colchonetas que van en el piso) y conviene tener spoteador, que es el que está abajo para frenar un poco la caída. Se escalan cosas bajas que pueden llegar hasta los seis u ocho metros, pero se busca meramente la dificultad técnica y física. En cuanto a la fuerza y la potencia es lo más complejo de todo”.

¿Cómo es la preparación para la escalada?
N. P.- “El entrenamiento está dividido en la escalada y la preparación física. La preparación física son dos veces por semana. En cuanto a los entrenamientos de escalada se tienden a probar movimientos muy difíciles, los más complicados que se puedan llegar a hacer y después un intermitente con movimientos de escalada y elongación”.         

¿Cómo te concentras o en qué pensás antes de cada competencia?
N. P.- “Trato de relajar la cabeza y concentrarme solo en el momento, no pensar en el esfuerzo que implica eso sino en disfrutarlo. Aunque a veces los resultados no acompañan, poder aprender  y aprovechar ese momento”.
 
¿Cómo fue la experiencia en las competencias de Canadá y Estados Unidos?
N.P. - “Fueron mis primeras dos experiencias de mundial, no entré tenso, porque no tenía ninguna presión. Era cuestión de ir y de disfrutar la competencia. Como el nivel es altísimo sabía que no íbamos a tener resultados significativos, aún cuando sí tuvimos buenos resultados”.

Conseguiste el puesto 45 en la Copa del mundo ¿qué representa?
N.P.- “Es el mejor resultado de un argentino en un mundial de escalada. Lo tomo como un compromiso que tengo con la escalada. Hasta antes de eso el mejor resultado era un poco más alto que 45, yo conseguí subir un escalón más y la idea es que sigamos subiendo el listón. Seguir hacia adelante”.

¿Tienen algún tipo de apoyo económico o cómo hacen para conseguir los medios para poder viajar a competir?
N.P.- “El sponsor nos dio plata y remeras para vender, también organizamos un festival de escalada, pero la mayor cantidad de plata es de nuestros laburos personales. Muy poca gente sabe todo el esfuerzo y todos los obstáculos que tuvimos que pasar para viajar. Cuando llegamos a EEUU alquilamos un auto e hicimos 800 kilómetros hasta Canadá, esa noche dormimos en la ruta. Conseguimos un hostel para las dos noches y, apenas terminó la competencia, viajamos a Vail, estuvimos dos días y medio viajando, dormimos otras dos noches en la ruta. Aunque la Van era grande, dormimos un poco apretados porque éramos cuatro. En Vail tenemos un amigo que nos alojó en su casa. Competimos, nos fuimos a escalar unos días a la roca y después manejamos más de 3000 kilómetros de vuelta hasta Nueva York. Cruzamos USA de punta a punta”.

Aparte de escalar ¿a qué te dedicas?
N.P.- “Hago trabajos en madera en general y mi principal fuente de trabajo es la preparación física de deportistas”.

¿Cómo es el Boulder en la Argentina? ¿Cómo está la Argentina en relación con el nivel internacional?
N.P.- “A la Argentina le falta mucho del estilo de la copa del mundo. Lo que notamos con estos viajes es que en algunas cosas estamos dentro del nivel, pero en técnica de pies estamos por debajo. En Canadá y EEUU había bloques que no podíamos hacer porque no encontrábamos la manera de pisarlo. Estuvimos tratando de captar el estilo y todavía no pudimos. Falta mucho entrenamiento”.

 ¿Cómo va a ser el Mundial en Múnich? ¿Cuáles son tus expectativas para esta competencia?
N.P.- “Al mundial viajamos Sebastián Montes, Santiago Schmidt, yo y dos pibes más. Parece que tenemos hospedaje en Múnich. Los pasajes los conseguimos más baratos, son pasajes sujetos a disponibilidad. Llegamos a Roma, alquilamos uno o dos autos y nos vamos a Múnich. Competimos y nos vamos a escalar en roca. Después nos iríamos al mundial juvenil en Arco, Italia donde compite uno de los chicos y ya estaríamos volviendo. La modalidad es 5 minutos para encadenar, 5 minutos de descanso, otro bloque y así hasta completar 5 bloques. No se puede ver a los demás escalar.
Mis expectativas serían sentirme más cómodo en el estilo. Lo que sentí que me faltaba en las dos fechas anteriores fue el tema de los pies, si en esta competencia se da ese estilo, espero sentirme mejor”.

¿Qué le aconsejarías a alguien que quiera empezar con esta actividad?
N.P.- “Que la disfrute. La recomendaría porque tiene muchas cosas que son muy difíciles de encontrar en otro deporte como por ejemplo el contacto con la naturaleza. En la escalada, si no te gusta la competencia tenés la roca, es cuestión de buscar los lugares y los compañeros, se genera mucho compañerismo y grandes amistades. Hay muchas cosas para disfrutar de la escalada”. 










miércoles, 22 de julio de 2015

“El objetivo es ganar el oro en los Juegos”

Entrevista a Florencia Mutio





A pocos días para la ceremonia de cierre de los Juegos DeportivosPanamericanos de Toronto la arquera de las Leonas cuenta un poco de su vida personal y sus objetivos para lo que queda de este 2015.

¿Cómo fue tu infancia en Paraná y cómo viviste el hockey allá?
Florencia Mutio- “Mi infancia fue muy buena: iba al parque del Patito Siriri, a la locomotora, pasaba mucho tiempo en el CAE (Club Estudiantes de Paraná) y en el Club Rowing. Me gustaban mucho los deportes así que a mis 6 o 7 años mamá me llevo a la escuelita de hockey del CAE a cargo de Stellita Balcar, empecé y jugué 11 años hasta primera división. Mi experiencia en el CAE fue increíble, tuve muy buenas compañeras, amigas, entrenadores y dirigentes que me enseñaron este deporte y me formaron como persona. Siempre me gusta volver al club y compartir momentos con las chicas”.

¿Por qué decidiste ser arquera? ¿Qué te genera estar en el arco?
F.M- “Fue en 5ta división, en ese momento no había arquera y como otras veces ya había atajado me ofrecí. A los meses me convocaron al Juvenil de Entre Ríos, con Martin Vich y Piri Milocco empecé con un entrenamiento más específico y a participar de concentraciones regionales. Fue así como me definí por el arco.
Estar bajo los 3 palos es una gran responsabilidad, genera mucha adrenalina y requiere gran concentración”.

¿Qué es lo más sacrificado que tuviste que hacer o dejar de hacer por el hockey?
F.M- “Dejé de lado mi viaje de estudio y miles de eventos familiares, casamientos, cumpleaños entre otras cosas. Por el momento estoy dejando de lado la kinesiología y postergando otros proyectos personales, pero tengo claro que es lo que elijo y no me arrepiento de hacerlo”.

¿Qué es lo más gratificante que te da o dio el hockey?
F.M.- “Lo mejor que me llevo de este deporte son las amistades. También me dio la posibilidad de viajar y conocer mucha gente y de hoy poder estar haciendo lo que me gusta siendo parte de las Leonas”.

¿Qué significa para vos ser una Leona?
F.M.- “Es un gran orgullo y disfruto cada momento y torneo que me toca estar. Es un privilegio representar a la Argentina y formar parte de este equipo. Hay que aprovecharlo al máximo”.

Lograron la clasificación a las Olimpiadas en Río 2016 ¿Cómo tomaste la noticia sobre todo después de los resultados en Valencia?
F.M- “Lo tomamos con gran alegría, era muy importante conseguir la clasificación”.

¿Cómo viviste la Liga Mundial en Valencia?
F.M.- “Con bronca por no haber quedado en el podio, pero creo que nos fortalecimos y crecimos como equipo”.

¿Cuáles son tus expectativas con respecto a los Juegos Panamericanos?
F.M.- “Ganar la medalla de Oro y disfrutar de todo el torneo”.

Actualmente estás jugando en el club San Fernando ¿Cuáles son tus objetivos para este 2015 tanto con el club como con el seleccionado?
F.M.- “Con el club el objetivo es quedar mejor posicionadas que el año pasado, crecimos mucho y vamos muy bien por ahora en el torneo.
Con el seleccionado el objetivo es ganar el oro en los Juegos Panamericanos y ya después pensaremos en la World League de Rosario”.

¿Cómo es la concentración antes de de cada partido?
F.M.- “Hay ritual con música mientras nos cambiamos, a veces hago visualización y, en general, trato de estar tranquila”.

¿Qué les aconsejarías a las jugadoras que quieren llegar a ser leonas?

F.M.- “Que hay que entrenarse, más allá del físico y técnico que son fundamentales, también hay que hacerlo mentalmente, que es el plus para llegar a este nivel y, por sobre todas las cosas, no dejar de perseguir ese sueño”.

jueves, 2 de julio de 2015

“Voy entrar a la cancha a jugar a mi máximo nivel”

Entrevista a Pablo Macagno




Referente y uno de los mejores jugadores del bádminton nacional, forma parte del seleccionado argentino que desde el 11 de julio estará compitiendo en los Juegos Deportivos Panamericanos de Toronto, Canadá.

¿Cómo empezaste a jugar al bádminton?
Pablo Macagno-“Como muchos chicos en el Club Harrods & Gathes Chaves íbamos probando distintos deportes. A los 14 años empezamos a jugar al bádminton con un grupo de amigos, después de 10 años solo Federico Díaz y yo seguimos jugando”.

¿Cómo equilibras tu vida personal con la deportiva?
P.M.-“No es nada fácil equilibrar tantas horas de entrenamiento con el resto de la vida personal. De chico me perdí cosas importantes como por ejemplo el último viaje del secundario que no lo hice para poder ir al Panamericano Juvenil en México. Ahora tengo que repartirme entre la facultad, que en mi caso siempre se cursa a la tarde, mi novia, que trabaja hasta el horario en el que  empiezo a entrenar, y los entrenamientos, lo que me deja muy poco tiempo libre. Pero siempre me acomodo para poder compensar todo y en mi entorno me apoyan mucho porque saben la importancia que tiene el deporte para mí”.

¿Qué es lo más sacrificado que tuviste que hacer o dejar de hacer por el bádminton? ¿Sentís que dejas de hacer o perdes algo de tu vida por desarrollarte como deportista profesional?
P.M.-“Me perdí viajes del secundario o pasar más tiempo con mi pareja, amigos, familia, etc. También extraño jugar al fútbol. Muchas veces evito exponerme a riesgos innecesarios para no comprometer mi deporte. Aunque no me considero un deportista profesional, le dedico una gran parte de mi día al deporte, pero también intento desarrollarme como geógrafo (ya casi recibido)”.

¿Alguna vez pensaste en dejar de jugar al bádminton?
P.M.-“Muchas veces pensé en bajar el ritmo de entrenamiento y dedicarme a otras cosas, pero nunca pensé en dejar de jugar. Los Juegos Panamericanos son un gran incentivo que me motivan a seguir entrenando duro”.

¿Qué es lo más gratificante que te da o dio el bádminton?
P.B.-“Una de las cosas que más me gustan es viajar, es una oportunidad para conocer diferentes culturas, gente de distintos países y ahora me dio la posibilidad de participar en uno de los eventos deportivos más importantes que existen”.

¿Qué haces para concentrarte antes de cada partido y qué pensas antes de cada punto para mantener la concentración?
P.M.-“A veces escucho música, hago la entrada en calor de alguna forma en particular o pienso en otras cosas para no entrar nervioso a la cancha. Entre punto y punto me concentro en no errar y pensar que el partido va 0-0”.

¿Qué significa ser parte de la selección de bádminton?
P.M.-“Ser parte de la selección y defender los colores de mi país es una sensación indescriptible. Hay veces que no me doy cuenta, pero cuando lo pienso siento un orgullo inmenso”.

¿Cuáles son tus expectativas con respecto a los Juegos Panamericanos?
P.M.-“Mis expectativas se dividen entre lo deportivo y la experiencia de vivir los Juegos. En cuanto a lo deportivo hay pocas chances de avanzar varias rondas así que voy entrar a la cancha a jugar a mi máximo nivel y si gano algún partido la felicidad es doble. En cuanto a la experiencia, no sé con qué me voy a encontrar y eso me genera muchísima ansiedad. Todavía hay que esperar un poquito más para ver qué pasa”.

En el bádminton se puede jugar singles, mixtos y dobles ¿Cuál es la modalidad que más te gusta y por qué la elegís? ¿Cómo es el vínculo que tenes con tus parejas?
P.M.-“Si bien en el país se le da más importancia al singles (modalidad por la cual clasificamos a los Juegos Panamericanos) siempre me gustó más y me sentí con mayor capacidad en los dobles, sobre todo en el masculino. Con Fede hace muchos años que jugamos juntos, nos conocemos desde chicos y cada día nos entendemos más y más. Aunque con Flor Bernatene no entrenamos juntos, nos llevamos muy bien”.
¿Cómo es la competencia de la Argentina a nivel internacional?
P.M.-“El nivel argentino es bajo. Son pocas las chances que tuvimos de ganar varios partidos en un mismo torneo, pero cada año estamos un poco mejor”.

¿Qué crees que le falta al bádminton argentino para poder ocupar mejores posiciones a nivel internacional?
P.M.-“Principalmente le faltan muchos años de desarrollo, es necesario que se incremente la cantidad de jugadores en todo el país. Además, es necesario capacitar constantemente a los entrenadores para que puedan mejorar los jugadores a quienes entrenan”.

¿Cuáles son tus objetivos para este 2015 y a futuro?
P.M.-“El objetivo para el 2015 es hacer un buen papel en los Juegos Panamericanos. No tengo otros objetivos planeados para el futuro en cuanto a lo deportivo. De ahora en adelante me voy a enfocar un poco más en mi vida profesional y personal, pero intentaré equilibrarla, como siempre, con la vida deportiva”.

Para terminar ¿qué significa el bádminton para vos y qué les aconsejarías a los más chicos?

P.M.-“El bádminton es una de las partes más importantes de mi vida. Me formó como persona y me hizo conocer mucha gente, algunos de los cuales hoy son mis mejores amigos. A los más chicos les diría lo mismo que una vez me dijeron a mí: que se esfuercen y nunca pierdan la humildad”.