Entre la alquimia, la magia y las historias que cuentan
en cada canción, en el presagio de su unión y en su amistad, buscando un salto
de madurez, Emmanuel y Dante presentan el nuevo disco de Illya Kuryaki and theValderramas “L.H.O.N (La Humanidad o Nosotros)”.
Si tuvieras que definirte ¿Cómo dirías que sos?
Dante Spinetta: Las cosas que quiero contar las cuento, lo
hago con la música y con lo que me gusta compartir, aunque hay ciertas cosas que
hay guardarse para uno. Me es necesario tener mi espacio, mi refugio de un
montón de situaciones que son personales. La gente sabe quién soy. Soy un
músico al que le gusta flashear, me gusta descubrir nuevos horizontes y mezclar
pociones. Me gusta la alquimia en el sonido. Sí, soy un alquimista.
¿Cómo
es tu proceso creativo, tenés algún método?
D.S.: De todas las maneras posibles. Hay veces que me
estoy bañando y me surge una letra o una melodía y salgo y la grabo
inmediatamente. Algunas veces estoy en el teclado, la guitarra, el bajo o la
batería o estoy escribiendo algo en algún avión y cuando te baja la data hay
que aprovechar y plasmarla. Esa magia siempre hay que aprovecharla. De golpe
aparece algo que está bueno y tengo que registrarlo para no olvidarme. A veces
es solo un instante, pensás en otra cosa y, en un segundo, te olvidaste. Por
eso, siempre guardo todo en el celular porque después de ahí surgen canciones
que están buenas.
Por lo general, o se podría decir que el 80% de las veces,
surge primero la música, aunque a veces la música baja con la letra.
¿Cómo
se complementan en el proceso creativo?
Emmanuel Horvilleur: Esa es la mágia de Illya Kuryaki: un
ida y vuelta entre dos artistas que tenemos muchas cosas en común y otras no
tanto. Es eso lo que nos gusta, el ida y vuelta y todo lo que se va generando.
Si
fueses una canción ¿cuál serías?
D.S.: Si fuera una canción todavía no tengo final. El día
que me muera terminaré esa canción, todavía no.
¿Qué
música te gusta escuchar?
E. H.: En Spotify te puedo recomendar una playlist que
hice para Citroën: es un playlist de 40 canciones. Están muy buenas. En cuanto
a algún disco, estoy escuchando a un artista que se llama Miguel.
¿Cuál
podrías decir que es tu tema preferido?
E.H.: Para dormir me gusta el silencio, pero hay discos
con los que me quedé dormido y se metieron en mis sueños, entre ellos están: la
música de una película que se llama “París, Texas” de Ry Cooder, muy bueno.
También los discos de las baladas de Chet Baker de trompeta de jazz o Caen los
blues.
Hace
cuatro años volvieron conformar Illia
Kuryak ¿Cuáles sentís que son las diferencias entre ser solista y volver a trabajar con
Emmanuel?
D.S.: Con Emanuel somos amigos de toda la vida y nos
volvimos a juntar para volver a recrear la química y la amistad arriba del
escenario. Además, juntos nos salen cosas que están buenas. Estamos en un gran
momento, por presentar un disco nuevo después de haber vuelto con “Chances” en
2012 y nos fue excelente, nos superaron las expectativas, ganamos grammys,
ganamos de todo, la gente llenó todos los lugares en los que nos presentamos en
Latinoamérica, tocamos en EEUU. Hay una especie de presagio super positivo en
nuestra unión, en nuestra amistad. En el horóscopo chino Emmanuel es tigre y yo
soy dragón y somos un dúo con fuego espiritual muy grande.
Si le
pregunto a él qué piensa de vos ¿qué diría?
D.S.: Primero somos amigos, después viene todo lo demás.
Siempre priorizamos la amistad ante todo. Cuando el 2000 nos separamos fue
porque en ese momento queríamos hacer cosas distintas, nunca hubo peleas, solo
ganas de ir por caminos distintos.
¿Qué
es de las mejores cosas que te aporta Dante?
E.H.: Dante tiene un status alto de las canciones. En
cuanto a la producción, siempre trata de llevarlas a una cosa magna. Eso le
termina haciendo muy bien a las canciones. En lo personal es un amigo, aporta
cosas buenas, vida.
Vos
¿Qué le aportás a él?
E.H.: Deben ser muchas cosas, pero calculo que, aunque
tenga cara de culo, yo le aporto el humor.
¿Cuáles
son sus próximos proyectos?
D.S.: En abril sale el disco nuevo, grabando a pleno, todo
el día en el estudio. Lo grabamos en distintas partes del mundo, aunque muchas
de las locaciones, por no decir casi todas, son acá en Buenos Aires. La parte
de los vientos en Miniapolis, en la tierra de Prince. Después, en Praga, vamos
a grabar las cuerdas y lo vamos a mezclar en los Angeles. Es un disco que va a
llevar impresa toda esa energía mundial que fuimos recogiendo en todas las
giras, pero es muy personal, muy nuestro, muy Buenos Aires, con ese crisol de
razas y culturas del cual nosotros nos sentimos representantes.
¿Cuál
es la impronta de Illia Kuryaki?
E.H.: Somos una banda que hacemos discos, de esos discos
se desprenden canciones, pero somos una banda de la vieja escuela: nos interesa
la obra y contar historias en las que después hay diferentes escenas. Lo que
nos importa son los discos y sus títulos y que abarquen un poco lo que pensamos
o intentamos dar a entender en los momentos en el que lo hacemos.
¿Cómo
esperan llegarle a la gente?
D.S.: Nosotros hacemos música y la gente conecta o no,
pero no nos podemos quejar porque hay muchísima gente que nos sigue en todos
lados. Algunas veces más, algunas menos, pero el viaje es así, es el que
elegimos. No importa tanto si después vendemos más o menos discos. A nosotros
nos llena de orgullo nuestra movida, a la hora de irme a dormir, cerrar los
ojos y pensar en que estoy haciendo lo que me gusta y estoy agradecido de tener
fans y gente que me siga. Acá es todo libertad. Illia Kuryaki es una banda libre,
no pertenecemos a ningún estilo, hacemos lo que se nos canta el culo. Eso es lo
que le gusta a la gente que nos sigue, que pueden flashear. Los discos son
diferentes entre sí, pero dentro de cada disco hay muchos planetas de esa
galaxia o de los viajes que proponemos y es eso lo que nos convirtió en una
banda con un sonido tan particular.
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